Estoy sentada. Maniatada. Con un esparadrapo en la boca que me impide producir el mínimo ruido. No puedo gritar. Una venda me cubre los ojos. No veo nada. Me recorren la cabeza mil pensamientos. Sólo puedo pensar. ‘’Ojalá pudiera hacer algo por salir de aquí’’ pienso. Nadie me oye. ‘’Ojalá pudiera hacerme oír’’ vuelvo a pensar. El silencio sigue reinando en la sala.
Nos ponemos en pie. Con las manos en alto. Los ojos bien abiertos. No nos volverán a engañar. Pensamos, recapacitamos y alzamos la voz. Ponemos el grito al cielo para que se nos escuche, que sepan desde Zeus hasta Neptuno que estamos hartos, que el Mallorca quiere libertad, que queremos ser libres. Sal a la calle, escupe toda esa rabia que lleva reconcomiéndote desde hace años a toda esa banda de codiciosos. Hazte oír.
Mañana viernes 24 de Octubre, a las 19:30 se te da cita en la Plaza de las Tortugas. Aquella que te escuchó celebrar la Copa del Rey en 2003. Aquella que te acogió cuando el descenso nos esquivó con un volantazo en el último segundo. Aquella que ensalzó a unos jugadores que se quedaron a 20 segundos de tocar la gloria de la Champions. Te vuelve a llamar. Te necesita. Maniatada. No puede hablar. Reina el silencio en ella. Sólo nosotros podemos darle voz.
Mallorquinistas, es la hora. Gijón, Zaragoza, Santander ya salieron a la calle por unos colores. Ahora nos toca a nosotros. Como dijo Focílides allá por el siglo VI a.C., sólo el pueblo, el agua y el fuego son incapaces de ser domados. Ningún domador es capaz de dominar al más fiero de los leones. Que ruja Palma, liberemos al Mallorca, JA ESTÀ BÉ, A CA NOSTRA NO!
23 octubre 2014 a las 17:32
Mallorquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiins, AU, AU, AU!