El Mallorca se ha clasificado matemáticamente para play-offs así que no está mal empezar a pensar en ellos. A falta de definirse la posición en concreto, todo apunta a que se ocupará el primer lugar de la tabla jugándose el ascenso a una sola eliminatoria.
La ilusión de cualquier mallorquinista es estar en ese momento de éxtasis – que quiero pensar será este año- en que se vuelva a dar un paso hacia delante en el camino para pisar la élite del fútbol español otra vez. Una vuelta en Son Moix sería ideal, pero las opciones son un 50%. Cara o cruz.
En este 50% de opciones de jugarse el ascenso fuera de casa se encuentra una disyuntiva que he observado a lo largo de las últimas semanas en redes sociales: ¿se prefiere un rival a priori más asequible pero con menor aforo o viceversa? Hay opiniones para todo.
Partiendo de la base de que todos los rivales de play-off son complicados existen notables diferencias de capacidad entre enfrentarse contra el Marbella (7.000 espectadores) o el Cartagena (15.000). Pero claro en teoría el segundo es más complicado que el primero. Entonces, ¿qué conviene más?
Lo ideal sería jugar contra un Cartagena y ascender, pero por desgracia los videntes no existen. Ahí aparece quien prefiere asegurarse un desplazamiento masivo o quien es conformista y busca allanar el camino del ascenso.
Yo soy de los segundos. Quiero estar ahí. Sí o sí. 100%. Voy a tratar de acudir sea dónde sea, pero pongo por delante el interés general como es lograr el ascenso para volver a una categoría de la que jamás deberíamos habernos ido en dirección descendente.
Y tú, ¿qué prefieres?